Comenzó como un sueño, el anhelo de dos clubes por cambiar una tradición inquebrantable de más de cuatro décadas. Y era jugar un Súper Bowl al aire libre en una ciudad norteña, en pleno invierno, aunque fuese un día helado y con nieve.
Durante los últimos meses, junto con Woody Johnson, dueño de los Jets, y John Mara y Steve Tisch, los socios mayoritarios de los Giants, la afición y la prensa de la región apoyaron e impulsaron este concepto novel de celebrar el Súper Bowl del 2014 en Nueva York y Nueva Jersey. Pero para que fuera realidad, se necesitaría la aprobación de la mayoría de los 32 dueños de clubes de la NFL.
Y hoy martes, tras cuatro rondas de votación, el sueño se hizo realidad. Los dueños de clubes decidieron romper con los precedentes y celebrar el Súper Bowl XLVIII en el nuevo Meadowlands Stadium. Tampa Bay, que ha sido sede de cuatro Súper Bowls, terminó en segundo lugar, seguido por el Sur de la Florida.
"Me gusta ser el primero en hacer cosas", dijo Johnson, uno de los presidentes del comité organizador junto con los socios de los Giants, en declaraciones a la NFL Network. "Para mí y mis socios, jugar en Nueva York y Nueva Jersey el primer Súper Bowl en clima helado no puede ser más divertido y apropiado.
Lo vamos a jugar al aire libre. Es nuestra esperanza que tengamos nieve", agregó Johnson. "En cualquier caso, será muy divertido planearlo y vamos a hacer un buen trabajo. Vamos a hacer crecer el entusiasmo y pensamos que la afición sentirá que algo importante, pero muy importante estará sucediendo en su área. Estamos superentusiasmados".
La fiesta comenzó hoy mismo en Times Square, donde la afición pudo seguir en vivo y en directo la emisión de la NFL Network desde Dallas, sede de las reuniones de primavera de la Liga. Presentes para hablarle al público y la prensa estaban Darrelle Revis, esquinero de los Jets; Justin Tuck, ala defensiva de los Giants, y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Además se distribuyeron más de 100 gorras de los Jets y los Giants al público.
Y en Carlstadt, Nueva Jersey, Nick Mangold, centro de los Jets; Chris Snee, guardia de los Giants, y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie se reunieron en el restaurante Redd's cerca del nuevo estadio para escuchar el anuncio oficial y encabezar la celebración. Se repartieron más de 50 gorras de ambos equipos al público.
Todo el mundo estaba orgulloso y feliz. Desde el centro Atlantic Health de los Jets, el mariscal Mark Sánchez declaró: "Me entusiasma la oportunidad de poder jugar el Súper Bowl en Nueva York. Mientras ésa es nuestra meta cada año, sería algo extraespecial hacer historia en nuestro propio estadio".
"Es una gran oportunidad para Nueva York y Nueva Jersey", agregó Revis. "Tenemos la mejor ciudad del mundo y ahora tenemos aquí el partido más importante en el fútbol americano. Estaremos haciendo historia con el primer Súper Bowl en clima helado, algo que asegurará que el público nunca olvide el partido del 2014. El nuevo Meadowlands Stadium será uno de los mejores estadios de la Liga y me emociona que será sede del Súper Bowl".
En Times Square, el alcalde Bloomberg bautizó temporalmente a la calle 48 como la "calle del Súper Bowl 48". Muy parecido a cuando le cambió el nombre a la isla de Manhattan por el de la isla de Revis el 21 de enero antes de la final de la conferencia Americana. De hecho, había un cartel de "Revis Island" en el centro de información de Times Square.
La Liga no detalló los resultados de la votación de las primeras tres rondas, pero para ganar en esa fase inicial se hubiesen necesitado 75 por ciento de los votos, o sea, el apoyo de 24 dueños de clubes. Tras dos rondas, eliminaron al Sur de la Florida por tener el menor número de votos. En la cuarta ronda, era necesario recibir solo la mayoría de votos, o sea 17 de los 32.
Con su triunfo, Nueva York y Nueva Jersey se han asegurado ser parte de un partido histórico: el evento deportivo más importante de Estados Unidos en el escenario más grande del país, y si no fuera suficiente, el primer Súper Bowl que se juega al aire libre en clima helado.
El nuevo estadio es digno de una final de Liga. Tiene capacidad para 82,500 espectadores, incluyendo 65,000 en las tribunas, 10,000 en los palcos y 3,900 en los suites de lujo.
Además, Nueva York y sus ciudades vecinas ofrecen una infinita variedad de entretenimiento y espectáculos, más un gran número de hoteles y tiendas. En el caso de clima inclemente, los dos estados podrán contar con los servicios de sus departamentos de transporte, sanidad y autopistas, entre los más experimentados y eficientes del país, particularmente durante la época invernal. El departamento de Sanidad de Nueva York puede movilizar hasta 2,000 camiones para quitar nieve y mantener despejadas las calles de la Gran Manzana.
El comité organizador se ha comprometido a suministrarles a los espectadores calentadores para los pies y las manos, mantas y almohadones climatizados. También colocarán unidades de calefacción adicionales en las explanadas del estadio y fogatas en los estacionamientos para los espectadores que quieran celebrar el picnic tradicional antes del partido.
Por supuesto, la mayoría de los aficionados esperan no tener que ponerse guantes y máscaras de esquí para protegerse del frío. Pero según un sondeo de NLF.com esta tarde, que contó con más de 5,000 participantes, el público apoya totalmente la idea de jugar un Súper Bowl en clima invernal: 59 por ciento votó a favor de Nueva York y Nueva Jersey, comparado con 25 por ciento por Tampa Bay y 16 por ciento por el Sur de Florida.
"Woody merece mucho del reconocimiento" dijo Mara en declaraciones a la NFL Network. "Desde que comenzamos nuestra sociedad hace cuatro años, ha estado abogando por este Súper Bowl".
¿Y qué es lo único que pudiera superar este momento? Fácil, según Johnson, en un comentario dirigido a su socios en los Giants: "Vamos a intentar ambos jugar juntos este Súper Bowl".
