Rex Ryan no tardó mucho en decidir cuántas de sus fichas empujar hacia el centro de la mesa. De hecho, en esta partida de póker, no esperó ni un segundo. En la tercera pregunta de la rueda de prensa del viernes, dos días antes de que su equipo se midiera con los Patriots en el encuentro de segunda ronda de la conferencia Americana en el estadio Gillette, al jefe de los Jets le preguntaron sobre la trascendencia del choque.
"Pienso que es inmensa. Éste es, probablemente, el segundo partido más importante en la historia de este club, claramente el Súper Bowl 3 fue el más grande de todos", afirmó Ryan sin titubear. "Incluso más que el partido del año pasado contra Indianápolis. Éste es enorme. Se trata de tu rival, de un equipo que ha ganado tres Súper Bowls ahí mismo en tu propia división, un encuentro en su cancha, después de esa derrota grande, penosa que sufrimos ese lunes por la noche. Éste es sin duda el segundo partido más grande en la historia del club".
Y para aquéllos que piensan que los Jets, después de aquel revés por 45-3 el 6 de diciembre, deben enviar por correo su participación en la cita del domingo y ni siquiera preocuparse en presentarse, Rex piensa diferente, como era de esperarse.
"Sencillamente pienso que nos ganamos este derecho de regresar aquí y jugar contra los New England Patriots", dijo. "Una cosa que les puedo decir ahora mismo es que les tenemos bastante respeto, pero no les tenemos miedo. Les tenemos un gran respeto, pero vamos allá a ganar el partido. Hay demasiado en juego. Sabemos que tendremos que ir allá y aguantar el castigo. Y eso es lo que tenemos planificado hacer".
La gran incógnita del viernes era la salud de los Jets. Brad Smith, director de las jugadas en las formaciones Seminole y el extraordinario especialista de devoluciones que se lesionó la ingle en Indianápolis, estuvo limitado nuevamente en los entrenamientos y aparece en la lista de dudosos. Lo mismo se aplica para el esquinero Drew Coleman, quien sufrió una lesión de la rodilla al final de los entrenamientos del jueves.
Ryan normalmente ofrece detalles sobre las lesiones claves, indicando si un jugador es más o menos probable que juegue sin importar la etiqueta de lesión que se le haya asignado. Pero hoy, no hubo tal suerte.
"Ellos son cuestionables. Es todo lo que diré. Dejaremos que ellos lo resuelvan", dijo. "Los dos serán decisiones sobre la hora del partido".
Pero Rex dijo que los ajustes que él y el cuerpo técnico prepararon desde esa devastación en diciembre se han implementado.
"Quería asegurarme de que eliminábamos las áreas grises. Decretamos, 'Esto es así, así es como jugaremos', y borramos lo gris", dijo. "Si sentía que había demasiado gris, demasiados pensamientos, entonces lo eliminaba. Pienso que será un choque muy físico ahora y eso es lo que queremos. Quieres ayudar a que tus jugadores alcancen el éxito, y con nuestra preparación, creo que lo hemos logrado".
Como Rex siempre ha dicho, no se trata de hablar en tono despectivo sobre los demás, sino de ensalzar a sus jugadores. Y él discretamente, calmadamente e inequívocamente dijo hoy, en sus últimas declaraciones públicas hasta el domingo en la noche, que siente que los Jets están listos para esta prueba.
"El heno está en el granero", dijo. "Estamos preparados. Vamos para allá y nos presentaremos, se los aseguro. Cualquiera que piense que será el mismo resultado de la última vez, bueno, yo no creo que ésa será la realidad".