Los Jets se perdieron en el *Hoyo Negro *el domingo, cometiendo un sinnúmero de errores tácticos y humanos en la penumbra del coliseo O.co de Oakland. La defensa terrestre pareció queso suizo, llena de huecos. Mark Sánchez se quedó corto en el primer cuarto en un tiro a la zona de anotaciones con dos receptores desmarcados al fondo, y fue interceptado. La línea ofensiva falló en proteger a su mariscal, y Sánchez terminó con la nariz rota.
Pero entremedio del caos, Sánchez siguió lanzando y marcó 369 yardas, su mejor rendimiento en sus tres años en la Liga y la segunda vez en tres encuentros que supera las 300 yardas. Parece que de la noche a la mañana, los Jets han cambiado su filosofía. ¿Se recuerdan cuando el técnico Rex Ryan predicaba Ground and Pound, o sea un juego de corredores incesante y arrollador? Ahora parecen más FedRex.
Y si escuchamos correctamente a Ryan durante su rueda de prensa del lunes en el centro Atlantic Health de los Jets, es exactamente lo que está sucediendo.
"Después de que estés ganando yardas eficazmente, no importa si tiras el balón o corres con él", declaró Ryan. "Cuando miré el partido de Baltimore, estaban tirando el balón en cada jugada. Creo que tenían 403 yardas aéreas para el medio tiempo. Repito, para el medio tiempo. Esta semana, ¿vamos a poder correr con éxito vez tras vez contra Haloti Ngata y Ray Lewis? Lo más probable es que tengamos que tirar el balón más de lo que quisiéramos".
Es posible de que Ryan esté disimulando para engañar a los Ravens. Pero las estadísticas no mienten, aun cuando uno toma en cuenta las circunstancias de los partidos contra Dallas y Oakland.
En la joven temporada, Sánchez y los Jets han intentado 120 jugadas de pase, comparado con 73 acarreos, una relación de 62.2 por ciento a favor del juego aéreo, la mayor en un trecho de tres partidos en los tres años del reinado de Ryan.
De hecho, Ryan no ha estado asociado con un equipo que tire con tanta frecuencia desde los Ravens del 2007, quienes lanzaron en 65.6 por ciento de las jugadas entre las semanas 9 y 11 de la Liga.
Si el mariscal no tuviera brazo, quizá no sería el juego indicado. Pero aparte de un trecho de 16 minutos en el encuentro contra los Raiders, cuando Sánchez cayó víctima de cuatro capturas y se rompió la nariz, lució fenomenal, sumando el mayor número de yardas aéreas por parte de un mariscal de los Jets desde que Vinny Testaverde marcó 373 contra Miami en el partido de apertura en casa de la temporada 2003.
Sánchez ha completado 63.1 por ciento de sus lanzamientos, el tercer mejor rendimiento en un trecho de tres partidos en su carrera, después de las postemporadas del 2009 y 2010. Y su índice de mariscal de 90.9 es el séptimo mejor.
En la primera mitad contra Oakland, Sánchez completó 10 de 17 lanzamientos para 173 yardas, incluyendo 74 en un tiro de pantalla a LaDainian Tomlinson, la recepción más larga en la carrera del estelar corredor. Y fue el mejor rendimiento en la primera mitad por parte de un mariscal de los Jets desde el 2006, cuando Chad Pennington superó esa cifra tres veces.
De hecho, Pennington marcó 241 yardas en la primera mitad contra Brett Favre y Green Bay. Y dos semanas más tarde, sumó 239 camino a una victoria aplastante contra los Vikings en el Metrodome de Minnesota.
En su breve carrera, Sánchez también ha sido igual de efectivo en la segunda parte de los partidos. Contra los Cowboys en el partido inaugural, superó 200 yardas en la segunda mitad.
Una teoría que considerar es que el nuevo juego aéreo de los Jets ayudará a largo plazo al juego de corredores, que ha tenido problemas arrancando en los primeros tres partidos. Sánchez ha demostrado que si su línea ofensiva le ofrece la protección necesaria, tiene el brazo para llegar a cualquier rincón del campo. Y eso obligará a las defensas a cambiar sus esquemas y abrir los carriles en la línea de ataque.
Tomlinson, quien sumó 116 yardas aéreas y 154 en total, se benefició el domingo del juego de Sánchez. Pero no fue el único corredor que se aprovechó de la nueva filosofía verdiblanca. El titular Shonn Greene, quien ganó 53 yardas en 10 acarreos en la primera mitad y 59 yardas por tierra en total, tuvo su mejor partido de su carrera como receptor.
Sánchez fijó la mira en Greene siete veces, y siete veces Greene atajó el balón. El último corredor en ser tan eficiente en el juego aéreo fue Leon Washington, que atrapó ocho de ocho en San Francisco en el 2008. Greene sumó 47 yardas aéreas, por muchísimo su mejor rendimiento en sus tres años en la Liga.
Así que, antes de criticar las deficiencias del juego de corredores tras apenas tres semanas, consideren que Tomlinson marcó 154 yardas totales y Greene 106 contra Oakland. Como dice Ryan, ¿importa si se ganan por tierra o por aire?
Claramente estamos presenciando una evolución en los esquemas ofensivos de los Jets, y será interesante ver cómo atacan a los Ravens, quienes alinean una de las defensas más grandes y rudas en la Liga. Y la semana próxima los Jets tendrán que viajar a la guarida de Bill Belichick, Tom Brady y los Patriots, otro partido que exigirá el mejor esfuerzo de todos en la plantilla.
"Será un reto para los entrenadores, para los jugadores. Pero creo que este equipo está listo para superar ese reto", declaró Ryan.
Rex cétera
El martes los Jets trasladaron a la lista de inactivos por lesión al liniero ofensivo Rob Turner (tobillo) y al ala cerrada Jeff Cumberland (talón de Alquiles), lo que significa que ambos jugadores se perderán el resto de la temporada. Para llenar una de las plazas disponibles en la plantilla de 53 jugadores, subieron del pelotón de práctica al ala cerrada Josh Baker, novato que mide 6 pies 3 pulgadas y pesa 244 libras. Baker, que cursó sus estudios primero en la Universidad de Delaware y luego en Northwest Missouri State, llegó como jugador libre y estuvo con los Jets durante la pretemporada.
El miércoles los Jets llenaron la segunda plaza disponible cuando ficharon al apoyador Aaron Maybin, quien estuvo con el club del 17 de agosto al 4 de septiembre. Maybin fue una selección de primera ronda (N.º 11) de los Buffalo Bills en el 2009 y sumó 23 paradas en 27 partidos en sus dos años con el club.