Mark Sánchez se habrá quedado sin tiempo para intentar un remonte más el domingo en la final de la conferencia Americana, pero tras dos temporadas al mando del ataque verdiblanco, está claro que el equipo posee a un mariscal capaz de mantener a los Jets como pretendientes al título durante el futuro predecible.
"Creo que tenemos un núcleo de jugadores jóvenes que están en acenso, y que seguirán mejorando", declaró el técnico Rex Ryan el lunes. "Comienza con el mariscal. Sigue siendo uno de los jugadores más jóvenes de la Liga. Lo bueno de tener a un gran mariscal es que sabes que tendrás un muy buen equipo y una muy buena temporada. Claramente es lo que planeamos hacer".
Sánchez, de 24 años, nuevamente elevó su nivel de juego en la postemporada. En tres partidos contra los Colts, los Patriots y los Steelers, completó 60.7% de sus lanzamientos para 616 yardas con cinco tiros anotadores y uno interceptado. Encabezó un resurgimiento contra los Steelers en la segunda mitad que se quedó corto por muy poco, y terminó completando 20 de 33 lanzamientos para 233 yardas y dos touchdowns.
Demostró garras después de que el esquinero Ike Taylor lo sembró en el césped en una captura que dio paso a un balón suelto y una devolución anotadora de 19 yardas de William Gay que puso arriba a los Steelers por 24-0 tarde en la primera mitad.
Pese a que estuvo adolorido de un golpe al codo izquierdo, dirigió a los Jets a un gol de campo antes del medio tiempo. Y entonces abrió la segunda mitad con una marcha anotadora que culminó con un balazo de 45 yardas a Santonio Holmes y puso el marcador en 24-10, jugada que inspiró a los Jets a batallar hasta el final.
"No creo que he estado tan enfocado, en ningún otro momento de mi vida", dijo Sánchez. "No creo que he estado tan bien preparado. Me sentí confiado en el plan de juego. Estaba viendo las cosas antes de que sucedieran en el campo. El partido pareció más lento. Me sentí tremendo".
En apenas dos temporadas, Sánchez ya suma cuatro victorias en seis partidos de postemporada, todas como visitante. El año pasado derrotó a Carson Palmer y los Bengals en Cincinnati y a Philip Rivers y los Chargers en San Diego. Este año eliminó a Peyton Manning y los Colts en Indianápolis y luego a Tom Brady y los Patriots en Foxboro. E hizo sudar a Ben Roethlisberger y los Steelers en el Heinz Field de Pittsburgh.
"Necesitaremos un poco más", dijo Sánchez. "Es lo único que puedo pensar: más de mí como líder y mariscal. Completar más tiros y cuidar mejor el balón.
"Habrá más énfasis en tomar control y asumir mando de este equipo y esta organización. Así es cómo me siento".
En cuanto a su lesión del hombro derecho, Sánchez dijo que consultaría con varios médicos antes de decidir si someterse a una operación.
"Me fue bien el chequeo médico de fin de temporada. Los doctores estuvieron satisfechos, así que partiremos de ahí", agregó. "Lo más probable es que me someteré a más chequeos en los próximos días, pero lo más importante fue que el hombro mejoró con cada semana. Eso fue enorme. Algo muy positivo. Vamos a examinarlo y partir de ahí, pero me siento optimista".
La primavera y el verano presentan varias incógnitas para los Jets. Por una parte, los dueños de clubes y el sindicato de jugadores todavía no han encontrado puntos comunes en las negociaciones para un nuevo convenio colectivo. El convenio actual se vence a inicios de marzo.
Y a nivel de club, la gerencia enfrenta un sinnúmero de decisiones críticas sobre la plantilla. Tanto Sánchez como Ryan reconocieron que será difícil renovar los contratos de sus dos alas abiertas estrellas, Holmes y Braylon Edwards.
"Me gustaría tener a todos de vuelta, pero sé que no es muy realista", dijo Sánchez.
"No sé cuán viable es, pero me gustaría tenerlos a ambos", agregó Ryan.
Si el club solo puede renovar a uno de los dos, sí será difícil. Holmes es un velocista que se destaca por sus rutas precisas. Edwards es alto y un gran bloqueador en el juego de corredores.
"Claramente, ambos son capaces de hacer grandes jugadas. Ambos pueden cambiar un partido", dijo Sánchez. "Cada uno a su manera me ayudó mucho. Tanto jugando como hablando, me ayudaron. Me encantaría tenerlos a ambos. Ésta es la parte más difícil porque vas de establecer una relación estrecha –tan estrecha como es posible ahora mismo–, a tomar una decisión de negocios, y es duro".
La temporada acabó abruptamente para Sánchez. Su último lanzamiento fue una pase de cuatro yardas a Jerricho Cotchery que puso el marcador en 24-19 con 3:09 por jugar. Pero pese al hecho que los Jets pidieron tiempo muerto tres veces y además disfrutaron de otra pausa con el aviso de dos minutos, la defensa nunca pudo recuperar el balón para darle a su mariscal la oportunidad de rescatar el partido como ya lo había hecho varias veces este año.
"Nos vamos a reagrupar, vamos a entender qué tenemos que hacer y mejorar un poco más en el verano. Tenemos a un gran grupo, una buena base", dijo Sánchez. "Qué lástima. Queríamos una oportunidad más. Habrá más en el futuro".
